Después de sólo unos meses en la publicidad, Ogilvy llevó al marketing en una dirección totalmente nueva.
Un hombre entró a una agencia de marketing en Londres. Deseaba anunciar la apertura de su hotel. Como tenía solo $500 lo enviaron con el principiante Ogilvy quien compró el mismo valor en tarjetas postales y envió invitaciones a todas las personas que encontró en el directorio telefónico local. El hotel abrió sus puertas con la casa llena. «Ya había probado sangre».
Una anécdota recogida en su diario, Confesiones, que dará cuenta del poder depredador de este genio histórico del marketing. Por esto y mucho más decidimos recopilar estas 11 lecciones esenciales para cualquier marketero:
1. “Las mejores ideas nacen como bromas. Haz tus pensamientos tan graciosos como sea posible.”
2. “Cuando la gente no se está divirtiendo, no produce un buen trabajo.”
3. “Si estas tratando de persuadir a una persona de hacer o comprar algo, deberías usar su lenguaje, el que usan diariamente, con el que ellos piensan».
4. “Si contratas a personas más pequeñas, te convertirás en una compañía de enanos. Pero si contratas a personas más grandes serás una compañía de gigantes.”
5. “Nunca dejes que dos personas hagan el trabajo que sólo una puede hacer.”
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6. “No es el whisky lo que eligen, es la imagen.”
7. “La publicidad sólo es mala cuando anuncia cosas malas.”
8. “Contrata a gente que sea mejor que tú y déjalos que hagan su trabajo. Busca gente que persiga la excelencia, que no se conformen con la rutina”
9. “El trabajo duro no ha matado a ningún hombre. Los hombres mueren de aburrimiento. No mueren por trabajar duro”
10. “Nunca dejes de probar, y tu publicidad nunca dejará de mejorar.”
11. “Si no vende, no es creativo.”